Dejamos atrás gruesas nubes que se rascan la panza sobre las montañas de la Sierra de Béjar, viajamos hacia el sur por tierras de Extremadura en busca del tiempo perdido, vamos a ver a los amigos y a pasar con ellos unos buenos ratos.
Extremadura, desde el coche en marcha veo tu recortada silueta y siento que la bravura de tu sangre corre por las venas de las gentes que habitan estas tierras.