En el corazón profundo de las Hurdes se encuentra esta alquería de tan solo 108 habitantes censados en el que la paz y el sosiego de una vida ya olvidada para muchos se nos muestra como un regalo para espíritu inquieto del viajero.
El entorno del pueblo es idílico, se encuentra rodeado de montes verdes y acariciado por el Esparabán, un pequeño río que aunque en verano apenas baja caudal mantiene verde las huertas y vivo todo el entorno.

Uno de estos pequeños pueblos olvidados y perdidos; el viajero quizás sueña que un día puede retirarse a un lugar como este a ver pasar el tiempo. A Castillo accedemos fácilmente por la carretera Ex-204 tanto en el sentido que viene de Coria como por el sentido Salamanca. Entrando en Pinofranqueado y cogiendo dirección Robledo, Aldehuela.
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