Los focos del vehículo lo iluminaron, me pareció enorme. Pude ver su piel moteada, veloz como un rayo se escabulló entre la maleza en un suspiro: He visto un leopardo. No tengo fotografía alguna, era de noche e iba conduciendo el coche con mucha prisa por la carretera de la Margala; antes en el Trek Nº 5 había visto algunas huellas, no son difíciles de encontrar en la época del monzón, después de los días de lluvia. Según los lugareños es relativamente normal que estos escurridizos felinos se acerquen hasta las estribaciones de la ciudad.
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