
Todo es tan distinto por la noche, es ese otro mundo que se esconde del sol
el que se nos muestra, cuando caminamos por una ciudad al abrigo de la luz de la luna accedemos mejor a sus secretos más profundos.
Camino de Murcia a Almería, una vez pasado el pueblo de Águilas y justo en el límite de las dos provincias se encuentran un grupo de pequeñas playas entre las que destacan en terreno de Murcia la Cala Reona, y ya en tierras almerienses están Cala Cerrada (en la foto) y Cala Taray en la Playa de las Palmeras; merece la pena parar para darse un baño en sus aguas cálidas y disfrutar de la luz y el sol. En Cala Cerrada y Cala Taray aún quedan algunas cuevas en las que vivían durante las temporadas de verano los pescadores y sus familias, como en esta de la imagen, que aprovecha la formación de la rocas para crear una imagen de fantasía.

