Situado junto a un cruce carreteras, en la esquina de un pequeño jardín, alguien colocó una pequeña virgen, con el tiempo creció hacia ella una devoción profunda, sobre todo en gentes humildes y entre los sicarios más despiadados de Medellín. Hoy día es conocida como "La Virgen de los Sicarios". La Rosa Mística, la llaman también.
Antes de matar a alguien, casi siempre por encargo, los sicarios de Medellín hacían una vista a esta virgen y le pedían protección, que les ayudara a hacer bien su trabajo. La vida de sicario no es fácil, la media de vida es muy corta, es fácil criar malvas antes de los 30 si no se dan bien la cosas.
Si al finalizar el trabajo todo salía bien, entonces en señal de agradecimiento los sicarios quitaban la bombilla del faro de la moto y la depositaban delante de la virgen, llegó a haber muchas, muchas bombillas de faros hasta que las autoridades decidieron quitarlas de allí. Ahora hay miles de placas de agradecimiento por esos pequeños y grandes milagros que dicen que la virgen hace.
Nosotros fuimos testigos de la popularidad de esta virgen y como muchos hombres jóvenes de aspecto rudo y agresivo visitaron delante nuestra a su virgen y con fe y devoción profunda hacían sus peticiones.
