Viajar es irse, fugarse, moverse siempre hacia adelante y de vez en cuando regresar para de nuevo volver a partir

jueves, 4 de noviembre de 2010

Tinas´s House





Ajena a las glorias y miserias humanas que la rodean, Tina, esa gata que un día vino de Italia, ve la vida pasar con poca curiosidad y displicencia.

LA ARMUÑA




La comarca de La Armuña se extiende al Norte de la provincia de Salamanca, limitando al Sur con la Ribera del río Tormes, al Oeste con la Comarca de Ledesma, al Este con Las Villas y el Campo de Peñarada y al Norte está el límite provincial con Zamora y Valladolid.
El nombre proviene de Almunia y se lo dieron los árabes siendo su significado vergel o jardín florido.
La primera referencia escrita a La Armuña (Almunia) se encuentra en un documento de 1156 del Archivo Histórico Nacional, procedente de la Catedral de Salamanca en el que Martin Franco y su hermana Melina donan determinadas heredades, entre ellas la de una "illa nostra aldea que habemos in Almunia, scilet in aldea de Archidiacono".
Posteriormente, el alfoz salmantino se divide en sexmos o cuartos, siendo uno de ellos la Armuña de donde toma nombre la comarca, que más tarde se divide en Armuña alta y Armuña baja.
La Armuña tiene rasgos paisajísticos propios, es una llanura de suaves ondulaciones con escasas zonas de árboles pues destacan amplios espacios sin un solo árbol. Son tierras profundas, muy favorables para la agricultura, por lo que los cultivos ocupan las tres cuartas partes de su territorio. Ello hace que esta comarca resulte ser un casi continuado campo de cereales y legumbres de secano. Otros cultivos de menor incidencia son los forrajeros, el girasol, patatas y hortalizas. El resto de su extensión se reparte entre zonas de pastizales y monte, donde predomina el alcornoque y la encina, aunque también se observan pequeños sotos de pinos y álamos. Además de la agricultura existen algunas explotaciones ganaderas de vacuno y ovino.


Su extensión se sitúa en torno a los ochocientos kilómetros cuadrados y su población no llega a los 12.000 habitantes, repartidos entre 36 pueblos. Por tanto la densidad de población es muy baja, en torno a los 14 habitantes por kilómetro cuadrado. Lo preocupante es que su evolución es regresiva, si bien se observa un repunte en los pueblos más próximos a la capital, Salamanca.
La repoblación de esta comarca en la edad media por francos y serranos fue de la mano del Raimundo de Borgoña, noble francés, hijo del conde palatino Guillermo I de Borgoña. Llegó a Castilla y León, junto a Enrique de Borgoña hacia el 1087, tras la Batalla de Zalaca en la que los musulmanes vencieron a los reinos de Castilla y de León, para ofrecer sus servicios al rey Alfonso VI de León y Castilla.