Viajar es irse, fugarse, moverse siempre hacia adelante y de vez en cuando regresar para de nuevo volver a partir

miércoles, 22 de septiembre de 2010

La Noche en Islamabad



Se nos hizo de noche al volver de hacer el Treck nº3, solo la luz de la luna iluminaba nuestro camino, descendíamos despacio, en silencio, sin querer molestar a los seres y espíritus que moran en las estas montañas, no es recomendable quedarse de noche, hemos visto huellas de leopardo en el barro, uno de tantos animales que aún habitan estas tierras. Llegamos a un claro desde el que se podía ver la ciudad. Me quedo absorto y me digo para mis adentros... ¡Cuan bella se ve! Me quedo quieto y contengo la respiración. No cabe duda. Desde las colinas de Margala al llegar la noche Islamabad se ve una ciudad serena, plena de belleza; ajena a su condición de capital de un estado en guerra su imagen nocturna se aleja tanto de lo cotidiano y de la realidad cruda del vivir el día a día que a los ojos de este viajero el paisaje nocturno se ha tornado un espejismo de quietud y de paz, un sueño a la luz de luna que mansa se mece sobre el lago Rawal.




_

No hay comentarios: