Viajar es irse, fugarse, moverse siempre hacia adelante y de vez en cuando regresar para de nuevo volver a partir

lunes, 21 de mayo de 2012

Salto Tequendama


El río Bogotá, que por estos parajes aún viaja lleno de contaminantes, se despeña a tan solo unos kilómetros de la capital por el hermoso y magnífico salto de Tequendama. Me cuentan que antaño este fue un lugar que escogían algunas personas para suicidarse, que desesperadas por el se arrojaban al vacío... Intento comprender, nada humano me es ajeno... quizás saltaron huyendo del dolor y del sinvivir cotidiano, o al vez, huían de otros hombres y mujeres;  incluso alguno quizás escapaba de si mismo, mas lo que no me cabe duda alguna al mirar el paisaje es que las ultimas imágenes que vieron eran muy, pero que muy bellas.

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